Día de la Medicina Latinoamericana y el Día de la Enseñanza Especial

Los cubanos celebramos cada tres de diciembre el Día de la Medicina Latinoamericana y el Día de la Enseñanza Especial. Salud y educación están estrechamente relacionadas y es que son los especialistas de las diferentes ramas de la medicina quienes diagnostican las discapacidades de los individuos, el grado de afectación que producen, el tratamiento que se debe seguir para mejorar la calidad de vida de los aquejados y las necesidades educativas especiales para los niños y adolescentes que lo requieren.

Las discapacidades pueden tener un origen genético, traumático o medicamentoso, ya que hay fármacos que si se utilizan durante el embarazo, pueden afectar al bebé.

La enseñanza especial presta esmerada atención a los estudiantes, sordos e hipo-acúsicos, ciegos y débiles visuales, limitados físicos-motores, con retraso mental, autistas y con problemas de conducta, quienes con la preparación que reciben cuando llegan a la edad adulta pueden incorporarse a la vida social y laboral.

Un equipo multidisciplinario que realizó en nuestro país un importante estudio llegó a los lugares más apartados, para conocer el origen de las discapacidades en la población cubana, investigación en la que participaron médicos, psicólogos, pedagogos, neurofisiólogos y genetistas, entre otros expertos.

El objetivo principal era conocer el origen de las discapacidades, las consecuencias y la conducta que se debe seguir.

En el caso de las discapacidades de origen genético o hereditario, es posible orientar a las familias a la hora de planificar la descendencia de manera que pueden evitar que sus hijos nazcan con alguna invalidez.

Cuba en gesto solidario y como parte de los proyectos de integración participó en el estudio de discapacidad realizado en Venezuela y actualmente equipos multidisciplinarios, como el que realizó la investigación en nuestro país, colaboran en Bolivia, Ecuador y Nicaragua en el pesquisaje de los discapacitados, lo que permitirá que esos gobiernos pertenecientes al ALBA puedan mejorar la calidad de vida de esas personas y quizá en tiempos cercanos cuenten con escuelas como las que atienden a nuestros niños con necesidades educativas especiales.