Tomado de Tiempo 21
La Habana.- La posibilidad de que La Habana clasifique entre las siete ciudades más maravillosas del mundo, constituye en la actualidad un estímulo muy particular para la industria turística del archipiélago.
Este concurso, promovido por una fundación suiza, ya tiene antecedentes de impacto particular desde el punto de vista económico y del sector recreativo.
En esa lista, existe una opinión dividida de muchas personas, donde parece que predomina el criterio de la versatilidad de esta urbe independientemente de sus problemas materiales.
De esa suerte, ahora La Habana se encuentra en el umbral de coronarse como una de las siete ciudades más maravillosas del mundo y ello ocurre en momentos que uno de los principales instigadores de ese premio llegó para recorrer sus calles.
A esos efectos, el director de N7W Foundation, el británico Jean-Paul de la Fuente, visitó la urbe del 24 al 27 de noviembre, en un itinerario que le lleva antes del 7 de diciembre por las 14 finalistas.
De la Fuente tuvo una estancia de cuatro días en la capital, en la que se encontró con el historiador de La Habana Eusebio Leal, en una aproximación con autoridades y, sobre todo, con el pueblo cubano, recalcó.
Durante una reunión con la prensa en el Hotel Parque Central, el titular -economista internacional de profesión y publicista- dijo que muchas personas en el mundo quieren a La Habana y votan por ella.
Recordó que este es el tercer concurso que organiza la Fundación New 7 Wonders (creada en 1999 en Suiza), con el antecedente de las 7 Maravillas del Mundo Moderno, y las 7 Maravillas de la Naturaleza (ahora 7 Ciudades maravillosas).
Reflejó que en las dos indagaciones anteriores acumularon 600 millones de votos. Reconoció que el concepto es sencillo para ellos, pues maravilla es simplemente lo que piensa la gente, de ahí que el resultado ocurra a partir de la votación mundial.
En la decantación de 77 urbes a 28 tomó parte un jurado, liderado por el ex secretario general de la Unesco Federico Mayor.
El 7 de diciembre estará el veredicto, pero exhortó a los cubanos a votar, y a las autoridades a facilitar esta acción mediante las comunicaciones disponibles y los medios de prensa.
De la Fuente se mostró optimista en cuanto a las posibilidades de La Habana en el concurso, y recalcó que clasificar estimula al turismo, como ocurrió en los escenarios anteriormente galardonados.
La página de votación (new7wonders.com), además exhibe las restantes competidoras finalistas: Vigan, Doha, Reykjavik, Londres, Ciudad de México, Beirut, La Paz, Durban, Chicago, Quito, Perth, Barcelona y Kuala Lumpur.
El actual proceso de votación comenzó en 2012 con más de mil 200 nominaciones de aproximadamente 220 países, y el siete de octubre de 2013 se redujo la cifra inicial a alrededor de 300 urbes.
Desde esa fecha al 21 de octubre de ese año, un panel de expertos seleccionó 28 candidatas a finalistas. La última fase culminará el siete de diciembre, cuando revelarán las Siete Ciudades Maravillas del Mundo.
El británico es un convencido de la importancia del concurso, una buena idea, como lo caracterizó. Algunos de sus ejemplos apuntan a los resultados beneficiosos para las que quedan entre los siete ganadoras.
Dijo que algunos escenarios incluso tuvieron después que construir otro aeropuerto, por la amplia demanda de viajeros por conocer esos espacios.
También destacó la importancia para ellos del número siete, un concepto antiguo que atañe a las siete maravillas del mundo antiguo, de ahí que siempre preservan esa idea.
Para Cuba es una oportunidad indiscutible de apoyo a su economía, no solo en el caso de llegar, sino de que ya La Habana está entre los 14 aspirantes a la lista final, en la que todos tienen igualdad de condiciones.
Recordó el visitante que hace dos mil 200 años fueron anunciadas las siete maravillas del mundo antiguo, y en ello se apoyaron para destapar el concurso.
Para De la Fuente llegar a Cuba, su primera visita, fue muy importante, conocer a la gente, los problemas y bondades del país, la espiritualidad del ser humano.
Sobre todo, quedó muy impresionado con sus intercambios con el historiador de la ciudad Eusebio leal, por su dinamismo e iniciativas.
Y recordó que las más importantes metrópolis del mundo no están en la lista, como es el caso de Nueva York ni Tokio, porque la gente, en sus listas, reconoce los valores de otros sitios, su cultura y potencialidades.
UNA DE LAS 14 MAGNIFICAS, Y ALGUNOS DE SUS LUGARES
La capital cubana tiene verdaderamente muchos encantos, sitios que no solo turistas extranjeros frecuentan, sino espacios obligados para muchos cubanos, que admiran o toman fotos de dichos paisajes urbanos, y algunos, solo algunos, se pueden recordar ahora, cuando está entre 14 clasificados. El Memorial José Martí es uno de los monumentos de más importancia en la capital cubana. Dedicado al Héroe Nacional (1853-1895) cuenta con una vista maravillosa y una torre que constituye el mirador más importante de La Habana.
Posee salas con una visión completa de José Martí, y detalles del trazado, construcción y urbanización de la Plaza, además de los hechos más relevantes ocurridos en ella, pues luego de 1959, cuando triunfa la Revolución cubana, es escenario de los más significativos acontecimientos políticos del país.
El conjunto monumentario está formado por la base, la estatua y seis columnas, la torre con el mirador, la tribuna, fuentes y áreas verdes. Fue como tal inaugurado al público el 27 de enero de 1996.
La Bodeguita del Medio, con más de 50 años de fundada, ratifica cada día, su condición del restaurante cubano más conocido en el mundo, muy cerca del sistema de fortificaciones coloniales que otorga brillo a La Habana.
Es un sitio muy particular para degustar lo más típico de la comida cubana como el cerdo asado en su jugo, picadillo a la habanera, moros y cristianos, frijoles negros dormidos o cerveza bien fría, sin despreciar la piel de cerdo frita, conocida como chicharrones.
El Museo Nacional de Bellas Artes fue fundado como tal en 1913. Hasta 1925 tuvo diversos locales para guardar las obras de arte, para finalmente en 1955 contar con una edificación propia en el lugar que hoy se encuentra (Trocadero, Monserrate y Animas), un centro urbano muy populoso.
Otra mención obligada es el Restaurante Floridita, que abrió sus puertas en julio de 1817 en las entrecalles de Obispo y Monserrate, uno de los sitios más concurridos de La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.
Destaca además significativamente la plaza conocida originalmente como de la Ciénaga, después nombrada "de la Catedral", un lugar que tiene mucho que ver con los orígenes de la Ciudad-Capital, asentada definitivamente el 16 de noviembre de 1519 en las márgenes del Puerto Carenas, o Bahía de La Habana.
Por otra parte, el tiempo no destiñó al Cabaret Tropicana. En sus historias aún queda intacto el color, la música y las bellas mujeres, tanto de antaño como del presente.
Fue el 31 de diciembre de 1939 cuando nació ese espacio para la diversión y el buen arte, con una serie de expectativas que aún hoy se cumplen entre viajeros de todo el mundo que aman a La Habana, una urbe maravillosa independientemente de los concursos. (Roberto F. Campos/Prensa Latina)