Por: Zoila Pérez Navarro
Sady tiene 41 años, dos décadas menos que Roberto, sin embargo ambos comparten el mismo salón de clases. No aprenden como antes, de letras y números, aspiran a adquirir todos los conocimientos necesarios para vivir plenamente con diabetes.
Esta enfermedad sufrida por más de la cuarta parte de la población adulta a nivel mundial, afecta en la provincia a más de 17 mil personas. Para todos ellos es una enorme suerte la existencia aquí del Centro de Educación y Atención al Diabético, donde se ofrecen importantes lecciones.
Creada en el año 2005, la institución abre sus puertas a quienes necesiten instruirse en hábitos saludables para evitar las complicaciones de este padecimiento. Allí Sady descubrió que "cometía atrocidades" cuando cocinaba y desde entonces es "profesora nutricional" de sus compañeros de trabajo en el Registro Civil de la ciudad de Las Tunas.
Para la doctora Mariela Velázquez Pupo la función educativa del Centro es fundamental. "La diabetes es completamente invalidante para el paciente que no interioriza su problema de salud y no hace lo que le orientamos. Si no logramos que lo entienda, por más que se le recomiende tratamientos no cumplimos nuestra misión," explica la especialista.
Celosa de la educación terapéutica, como se confiesa, Mariela Velázquez suele emplear las clases para compartir reflexiones. Este sitio fue testigo de uno de esos momentos que no dejan más opción que atender y aprender. Ella entró al saloncito con Daisy de la mano y contó su historia: "Esta señora viene hace siete años y nunca habíamos logrado buenos parámetros clínicos. Hoy los tiene sencillamente porque por primera vez cumplió con la dieta. Decidan en su corazón hacer lo que les decimos y verán que les irá muy bien".
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