martes, 18 de noviembre de 2014

Liberar a nuestros hermanos es el sentido de nuestras vidas

Tomado de Tiempo 21
 

Moscú.- La causa por la liberación de tres antiterroristas cubanos que continúan presos en  Estados Unidos es el sentido de la vida para René y Fernando González, tras regresar a la isla.

Fernando y René retornaron a Cuba luego de cumplir íntegramente las largas condenas impuestas en un juicio injusto y políticamente sesgado.

Pero en las cárceles estadounidenses permanecen desde 1998 Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino.

A pocas horas de su llegada a Rusia para agradecer la ola solidaria por Los Cinco, Fernando González concedió una entrevista a Prensa Latina.

I-Pl.- ¿Qué espera de esta visita a Rusia?¿ Cómo ustedes (los Cinco) percibieron la solidaridad del pueblo ruso en estos 15 años?

F.G. El motivo de mi presencia aquí es la celebración de los 50 años de la Asociación de Amistad ruso-cubana, del establecimiento de vínculos amistosos y solidarios entre Cuba y la entonces Unión Soviética, heredados después por Rusia.

O sea, lo que nos trae aquí es una celebración, una conmemoración y formamos parte de la delegación designada para representar a nuestro país.

Yo por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Arnaldo Tamayo, como presidente de la Asociación de Amistad; Aleidita Guevara porque el Che fue fundador de la sociedad junto con Yuri Gagarin, y la compañera Gladys Ayllón, quien dirige la dirección de Europa, del ICAP.

Hemos tenido una serie de entrevistas y encuentros, por ejemplo con el presidente de la Duma estatal, con otras personas, y considero importante agradecer el apoyo que la causa de los Cinco ha recibido en

Rusia durante todos estos años de las instituciones del Parlamento, como la Duma, que aprobó dos resoluciones de apoyo por la liberación de Los Cinco. Igualmente, las expresiones oficiales del Ministerio de elaciones Exteriores.

Todo esto nos da la posibilidad primero de agradecer esos gestos, de constatar el compromiso que existe con la solidaridad en este país y de parte de este pueblo con la causa de nuestros compañeros.

Esperaba lo que hemos visto y recibido. Ese compromiso, esa disposición a continuar la lucha hasta tanto los tres compañeros no estén de regreso en Cuba, la amistad hacia nuestro pueblo, el deseo de seguir fortaleciendo los lazos históricos entre el pueblo ruso y el pueblo cubano, la comprensión del proceso revolucionario cubano, de nuestro espíritu de lucha, de nuestra decisión de seguir siendo independientes, el apoyo a esa voluntad de sacrificio y lucha de Cuba, del pueblo cubano, enfrentado a un adversario político muy poderoso; la comprensión y el apoyo a las decisiones nuestras.

Traemos también el agradecimiento y el apoyo del Gobierno cubano a las realidades por las que atraviesan el gobierno y el pueblo ruso.

II.PL- Sobre la situación actual de sus tres compatriotas -Gerardo, Antonio y Ramón- quisiera saber ¿qué pueden hacer Usted y René, en estos momentos, y cualquier otro cubano o el Gobierno para apoyar la pronta liberación de los luchadores antiterroristas y para poner fin a esa injusticia?.

F.G.-Tanto René como yo estamos volcados totalmente a la labor de contribuir en la medida de nuestras posibilidades y experiencia en la lucha por la liberación de los tres compañeros. No hay nada más importante para René y para mí que participar en esa lucha, que aportar la experiencia que podamos tener en el sentido de comprender la situación por la que atraviesan nuestros tres hermanos, saber las circunstancias en las que se encuentran, conocer en detalle la historia legal de nuestro caso, el haber conocido a través de la correspondencia a muchos amigos que participan en la causa desde numerosos países.

René y yo estamos involucrados en esa lucha y para nosotros dos es el sentido de nuestras vidas. Haremos todo lo que podamos, aplicar todas las iniciativas, la experiencia que podamos aportar para avanzar en la causa por la liberación de nuestros hermanos.

De lo que ha hecho o pueda hacer nuestro Gobierno, siempre he tenido absoluta confianza. No necesito conocer los detalles. Desde que estábamos en prisión, desde que fuimos arrestados siempre tuvimos la absoluta convicción de que el gobierno cubano haría todo lo posible, lo que estuviera a su alcance para lograr nuestra libertad y el regreso a Cuba.

Repito, tengo absoluta confianza en que las acciones que hagan falta se harán y si tengo la experiencia del apoyo, desde la prisión y ahora con mi participación en esta lucha, y como funcionario del ICAP, he visto el apoyo que el Gobierno cubano presta a toda la lucha por la liberación de los Cinco, al más alto nivel. He sido testigo de cómo se trata por todos los medios de que esas acciones tengan la mayor repercusión posible. Estoy convencido en que todo lo haga falta se hará.

III.PL.- Quisiera preguntarle sobre el momento de su reencuentro con su Patria, cuando llegó a Cuba tras su liberación. ¿Cómo sintió ese reencuentro con Cuba, con ese pueblo que lo apoyó durante 15 años. ¿Se sintió recompensado?

F.G.- La palabra recompensado puede que implique que yo sentía que había deuda en relación conmigo, y yo nunca lo asumí de esa manera.

Yo simplemente asumí que estaba cumpliendo con un deber. Para mí, el haber asumido la posición que asumimos todos no era nada extraordinario. Era sencillamente cumplir con un deber. Era lo que se esperaba de nosotros. No sentía que hacia mi existiera alguna deuda.

Lo que si sentí fue el cariño, el afecto, el compromiso de todo nuestro pueblo que se expresa no solo el día de la llegada, sino cotidianamente, en los gestos de solidaridad, de cariño, de compromiso de lucha que recibimos donde quiera que visitamos.

El día de mi regreso es el día más feliz de mi vida. Siempre expreso durante los intercambios y me preguntan sobre ese tema que "difícilmente yo pueda vivir un día emotivamente más intenso que ese". Todas las sensaciones en llegar al territorio cubano, algo que uno ha añorado por tanto tiempo, el reencuentro con la familia, con los amigos; el recibimiento del general de Ejército Raúl Castro, y el resto de los compañeros de la dirección del Partido y del Gobierno, el reencuentro con René, con los familiares de los otros compañeros, que me recibieron con alegría sincera, aun cuando tienen a sus familiares presos en Estados Unidos.

Fue un momento muy emotivo, con una cantidad de emociones que difícilmente puedan conjugarse en otra experiencia similar. (Odalys Buscarón Ochoa/Prensa Latina)

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