La noticia de la inminente convocatoria al X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) añade razones y peso al balance de la vanguardia política de las nuevas generaciones de cubanos, iniciado en septiembre último y de por sí sustancial, pertinente e indispensable, reporta la Agencia Cubana de Noticias.
Es el primero desde el IX Congreso, en 2009, y está dando mucho "trigo", afirmó Joan Cabo, miembro del Buró Nacional de la UJC, quien destacó la buena marcha del proceso, bastante adelantado (88,2 por ciento de las asambleas de base ya realizadas) cuando aún queda casi mes y medio de balance a ese nivel.
En cinco años mucho ha "llovido" y es hora de evaluar lo hecho -en cumplimiento de los acuerdos del VI Congreso del Partido y su I Conferencia Nacional- para perfeccionar la vida interna, estructuras y quehacer de la organización, acercarla al resto de los jóvenes, de modo que todos se sientan representados y partícipes, y afianzar su liderazgo e influencia, enfatizó.
Llamó la atención acerca de que en los últimos dos años la UJC aprobó nuevos Estatutos y Reglamento y emprendió otras transformaciones hacia dentro, y también en su labor con ese amplio universo de casi cinco millones de niños, adolescentes y jóvenes, y en la atención a sus organizaciones y movimientos.
Todo lo escrito y acordado será letra muerta si no logramos que se conozca, entienda, asuma y aplique; la voz de arrancada fue dada, sí, pero el cambio tiene que hacerlo la gente; no está en un papel, sino en sus manos y capacidad de transformar escenarios, métodos, realidades, concepciones y conductas, reflexionó.
Hay que empezar a pensar y actuar diferente, y este balance camino al X Congreso -que será convocado el próximo dos de diciembre desde Playa Las Coloradas- debe marcar un antes y un después para la Juventud Comunista, y lo está logrando, significó.
Cabo recalcó que existe consenso, y la mejor prueba es la cantidad de intervenciones referidas a estos temas, tanto en las asambleas de las estructuras de base y algunos comités primarios en las universidades, como en los espacios abiertos para la "conexión" y el diálogo entre militantes y no militantes.
Contamos con un sistema nacional de información, para recibir, procesar y tramitar los planteamientos, y hasta ahora casi el 50 por ciento tienen que ver con el desempeño de la organización, el desconocimiento de muchos acerca de las transformaciones e, incluso, la resistencia al cambio de no pocos militantes y cuadros.
Al respecto, consideró el actual proceso de balance una vía de retroalimentación y comprobación, para medir qué ha dado y qué no ha dado los frutos esperados, para enterar definitivamente a todos de cada una de las modificaciones y, sobre todo, para promover el cambio de mentalidad y la mentalidad del cambio.
En la mira del debate han estado, también, la continuidad de estudios, el empleo, la recreación, la participación en la toma de decisiones y la construcción de las políticas de juventud, y la defensa de los derechos de los jóvenes trabajadores por cuenta propia, la mayoría contratados y, por tanto, más vulnerables.
Retomar estos y otros temas, para la concertación de acciones y la búsqueda de soluciones, será objetivo de las asambleas municipales de balance, que comenzarán con el año 2015 y se enriquecerán con los espacios A diálogo abierto y Plaza joven, tan inclusivos como "Conexión necesaria", que ronda ya el 82 por ciento de los encuentros previstos.
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